Monasterio y hospital de Sant Antoni Abat, de Barcelona

Los antonianos establecieron un hospital, iglesia y convento junto a la muralla occidental de la ciudad. La primera piedra se puso en 1430 y la iglesia se levantó entre en 1433 y 1447. Este establecimiento ejercía un control sanitario de los viajeros, sobre todo en su entrada a la ciudad. Esta casa y hospital dependía, como todas las demás de Cataluña, de la preceptoría de Olite. En el transcurso de los años los antonianos y el convento mismo entraron en decadencia. En 1791 se extinguió la orden y los pocos religiosos que aún quedaban se fueron reuniendo en la casa de Barcelona, que fue la última en cerrar, en 1803 todavía había un canónigo en la casa.

Una vez superado el episodio, el conjunto se pudo restaurar, pero durante la Guerra Civil el lugar volvió a quedar dañado, la iglesia quedó en ruinas y se derribó. Ahora sólo queda el porche abierto en la calle de Sant Antoni, que pertenece al antiguo convento, donde todavía se puede ver la tau ("T") de esta orden, además de las escuelas actuales, con fachada a la Ronda de Sant Pau.