Convento de los Capuchinos de Sarrià
Santa Eulàlia / Desierto de Sarrià / Santa Anna / Caputxins de Sarrià
El Consell de la ciudad de Barcelona pidió a los capuchinos la fundación de un establecimiento en este lugar y para ello les ofreció la capilla de Santa Madrona, en Montjuïc. Tras los oportunos trámites, en 1577 los fundadores, encabezados por el padre Arcángel de Alarcón, salieron de Nápoles en un barco, pero habiendo efectuado algunas escalas, no llegaron a la ciudad hasta 1578.
Dibujo de Josep Mosterin (entre 1830-1860)
Arxiu Històric de la Ciutat de Barcelona
Tras solucionar las diferencias surgidas con los franciscanos observantes que se encargaban del culto en la capilla de Santa Madrona, a finales de ese año se pudieron establecer. Por otro lado, éstos recibieron el ofrecimiento de una modesta capilla situada en Sarrià que tradicionalmente se consideraba la casa paterna de santa Eulalia, martirizada en Barcelona en el 303. Antes de final de año los capuchinos optaron por el asentamiento en Santa Eulàlia, mientras que el lugar de Santa Madrona se acabaría ofreciendo a los servitas que en aquella época también buscaban establecerse en Barcelona. En Sarrià los capuchinos construyeron algunas ermitas donde los frailes ejercían prácticas cercanas al eremitismo y por eso sería conocido como Desierto de Sarrià.
La localización del convento, en un lugar apartado de la ciudad y su población, hizo pensar en una nueva casa más cercana y se escogieron unos terrenos que ahora están situados en el Eixample, en el lado norte de la Diagonal. La primera piedra de la nueva casa, que sería conocida como convento de Montcalvari, se puso en 1578 y en 1580 se bendecía su iglesia. Mientras, la capilla de Santa Madrona había quedado desatendida desde que los servitas la dejaron, en 1619 los capuchinos se hicieron cargo del culto manteniendo una pequeña comunidad que en 1623 se constituyó como tal, regularmente. Entre los años 1633 y 1637 se realizaron obras de envergadura en Santa Eulàlia con el fin de acomodar a los novicios que debían concentrarse allí después de su reorganización.
Dibujo de Josep Mosterin (entre 1830-1860)
Arxiu Històric de la Ciutat de Barcelona
En 1714 la casa fue ocupada por el ejército borbónico, pero buena parte de los capuchinos pudieron quedarse para atender el servicio religioso y el lugar fue respetado. Ya en el siglo XIX, el paso de la guerra de la Independencia (1808) no tuvo consecuencias graves, pero en 1835 los frailes se dispersaron, abandonando el convento que quedó destruido, ahora prácticamente no hay restos de aquella casa. Ante la imposibilidad de recuperar el antiguo establecimiento, se restauró en otro lugar, mientras que el espacio del Desert se adaptó como centro de beneficencia, que todavía existe. En 1887 comenzó la construcción del actual convento de Santa Anna, más conocido como Capuchinos de Sarrià, éste todavía fue incendiado en 1936 y restaurado posteriormente por el arquitecto Pere Benavent. En 1966, entre estos muros se celebró la asamblea constituyente del Sindicat Democràtic d'Estudiants de la Universitat de Barcelona, conocida como la Caputxinada.
- BARRAQUER I ROVIRALTA, Gaietà (1906). Las casas de religiosos en Cataluña durante el primer tercio del siglo XIX. Tomo II. Barcelona: F. J. Altés
- BARRAQUER I ROVIRALTA, Gaietà (1915-1918). Los Religiosos en Cataluña durante la primera mitad del siglo XIX. Vol I, IV. Barcelona: F. J. Altés
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- BASILI DE RUBÍ (1984). Els caputxins a la Barcelona del segle XVIII. Aproximació històrico-bibliogràfica. Barcelona: Caputxins de Sarrià
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