Se desconoce con exactitud la fecha de llegada de los mercedarios a Tortosa, seguramente ésta se produjo entre los años 1239 y 1244. En 1250 se trasladaron desde el primer asentamiento a una nueva casa situada extramuros, próxima al convento de Sant Francesc. En 1446, el convento se vio afectado por las obras de fortificación de la puerta de Sant Francesc, después de una serie de problemas para conseguir un nuevo lugar donde establecerse se acordó el traslado a la calle de Gènova, ahora calle de la Mercè, a un lugar que posiblemente era propiedad de los hospitalarios.
La iglesia del nuevo convento tuvo que rehacerse en 1628 con el fin de adaptarla a las necesidades de la comunidad. Pero con el siglo XIX llegaron los infortunios; en 1808 los mercedarios fueron expulsados y el convento transformado en polvorín. Pudieron regresar, la comunidad todavía subsistió hasta 1835, fecha en la que se suprimió la casa de manera definitiva y el lugar pasó a tener diversas utilidades: oficinas públicas, almacén de sal, escuela y cuartel; la iglesia se transformó en teatro. Debido a su precario estado de conservación, se derribó en 1897 y en el mismo lugar se construyó el nuevo templo de la Reparació, consagrado en 1903.
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