Colegio y convento de Sant Domènec i de Sant Jordi

Por otra parte, el ciudadano Bartomeu Ponç había dejado en testamento los fondos necesarios para erigir una capilla dedicada a Sant Pere i Sant Pau que debía quedar a disposición de los lectores. Con estas iniciativas, en 1368 se empezó la construcción de un colegio junto a la capilla, en 1372 éste tomó la categoría universitaria de Estudio General y se confió a los dominicanos. En 1534 el capítulo de canónigos de la catedral de Tortosa cedió la Lectoría a los dominicos y en 1542 se formalizó la fundación de la casa y en esa época comenzaba la construcción de los nuevos edificios.

En 1718 se abolió el Estudio General y el colegio quedó vinculado a la Universidad de Cervera. Como otras casas de religiosos catalanas, el siglo XIX trajo una serie de infortunios: en 1809 los predicadores fueron expulsados y la casa se utilizó de cuartel y después de hospital; regresaron en 1815. En 1821 fueron expulsados de nuevo y utilizado como seminario. Después de la exclaustración se convirtió en cuartel (1854-1865). Aún regresaron una vez más los religiosos entre los años 1865 y 1868, cuando fueron expulsados definitivamente. En ese momento reanudó la función de cuartel, hasta 1931. Después de la guerra Civil acogió a las clarisas, mientras reconstruían su convento.