No se dispone de noticias concretas de la fundación del monasterio de clarisas de Tortosa, aunque habitualmente se considera que este acto tuvo lugar en 1267. Sea como fuere, realmente se trata de una de las primeras fundaciones de esta orden en tierras catalanas. Tradicionalmente, se piensa que esta casa se estableció a partir del monasterio de Sant Antoni i Santa Clara de Barcelona y que fueron las propias Agnès de Peranda y Clara de Porta quienes se encargaron de llevarla a cabo.
Se cree que las clarisas ocuparon una iglesia templaria, quizás la que todavía es conocida como Sant Miquel dels Templers, que se conserva en ruinas dentro del recinto del monasterio. El ciudadano tortosino Joan Ametlla y el obispado contribuyeron a la construcción del establecimiento. Hay constancia de donaciones durante el siglo XIV con el fin de construir el monasterio, también que en 1428 cayó una parte del claustro y poco después tuvo que derribarse otra parte.
La vida del monasterio sufrió algunas interrupciones, la primera durante la guerra de la Independencia, entre los años 1810 y 1811, inicialmente este convento se utilizó para acoger monjas clarisas y de otras órdenes, que se refugiaron allí, pero el 1810 se vieron obligadas a abandonarlo. En 1835 volvieron a dejarlo y el lugar fue incendiado y más recientemente, durante la guerra Civil, el monasterio soportó importantes destrucciones y las monjas se vieron obligadas a dejarlo de nuevo y no fue hasta 1958 cuando pudieron regresar. El resultado fue la pérdida de buena parte de los edificios y del archivo monástico.
No hay tampoco noticias concretas y fiables de la configuración arquitectónica del conjunto, por un lado, por su estado de conservación y por otro por las pocas noticias históricas debido a tratarse de un convento de clausura. Además del claustro, de planta irregular, dentro del recinto monástico se encuentran las ruinas de un edificio del que se pueden ver los arcos apuntados que soportaban la cubierta; este edificio podría tratarse de la primitiva iglesia y también del dormitorio. También se ha considerado que estos restos corresponden a la iglesia de Sant Miquel, de los templarios.
Retablo de la Virgen de los Ángeles
Obra de Pere Serra, elaborada para la catedral de Tortosa por encargo del notario Bernat Macip. Pasó más tarde en el monasterio de Santa Clara de la misma ciudad y después en el Museu Nacional d'Art de Catalunya de Barcelona, donde se conserva la tabla central y dos compartimentos de la predela.
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