El origen de Bonrepòs se encuentra en un antiguo eremitorio establecido en este lugar después del 1176 y formado por miembros del primitivo asentamiento de Santa Maria de Poboleda que seguramente se habrían trasladado a Bonrepòs después de la muerte, ese año, de Pedro de Montsant, su promotor. El 1191 consta la intervención en los asuntos de esta comunidad de Pere Balb y su esposa Guillema, personajes relacionados con el Císter y especialmente con el monasterio de Poblet (Conca de Barberà) estos impulsaron la creación de la nueva casa cisterciense de Bonrepòs.
En 1194 llegaron los cartujos al Montsant, estableciéndose en el primitivo eremitorio de Poboleda (antes de trasladarse al actual Escaladei)) lo que inició un litigio entre las dos casas que no se resolvió hasta el 1203, momento en que las dos comunidades se reconocieron mutuamente. En el documento de concordia, entre otras cosas, se especificaba que la casa de Bonrepòs podía ser tanto masculina como femenina. En 1204 los frailes de Bonrepòs entregaron el lugar a Pere Balb con el fin de establecer un nuevo monasterio. En 1210 el arzobispo de Tarragona reconoció el proyecto del nuevo asentamiento femenino y entregó a los promotores el lugar de Santa Maria de Montsant, donde parece que se debía establecer la comunidad.
Probablemente las monjas no ocuparon nunca la casa situada en la sierra a causa de la poca idoneidad del lugar. Más adelante llegaron las primeras monjas desde el monasterio de Vallbona (Urgell) que se establecieron en Bonrepòs antes del 1212, la primera abadesa fue Anglesa Balb, hija de los fundadores. En 1312 el papa Inocencio III confirmaba la fundación y la ponía bajo su protección. Su desarrollo fue rápido y pronto estaba en pleno funcionamiento, con una comunidad numerosa y estable.
Esta época de prosperidad se prolongó hasta mediados del siglo XIV cuando la casa sufrió los efectos adversos de la situación económica del territorio, a finales de siglo aún perduraban los problemas de índole económica. El 1423 Margarita de Prades, viuda de Martín el Humano, ingresó como monja en el monasterio de Valldonzella de Barcelona pero poco después se trasladó al Priorat, supuestamente por problemas de salud. Ingresó en el monasterio de Bonrepòs y en 1428 fue elegida abadesa. Murió en este lugar el año siguiente, donde fue enterrada. En la situación de precariedad se añadieron acusaciones de escándalos relacionados con la observancia, hasta que en 1452 el abad visitador encontró la casa prácticamente sin comunidad y con graves carencias, por todo ello decretó la supresión del monasterio y el traspaso de sus bienes a Santes Creus (Alt Camp).
La proximidad e influencia de la cartuja de Escaladei en su entorno hizo que interviniera muy activamente en la liquidación de Bonrepòs dando pie a un litigio entre Escaladei y el Císter que no se resolvió hasta el 1474 con el resultado del reparto de los bienes, muebles e inmuebles, entre los dos litigantes con un sensible beneficio para los cartujos. De hecho el grueso de las tierras quedaron en manos de Escaladei mientras que los objetos litúrgicos y los restos mortales de las monjas, entre ellas las de Margarita de Prades, se trasladaron a Santes Creus. Según Josep Vives el claustro posterior de Santes Creus sería el de Bonrepòs, que se abría desmontado y trasladado a raíz de aquella repartición, a pesar de resultar verosímil, no se ha encontrado ningún documento que lo pueda confirmar. Actualmente el lugar de Bonrepòs está ocupado por el mas y capilla de Sant Blai, de la época cartujana.
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