Canónica de San Pedro de Siresa
Monasterio de Siresa / Ciresia / Monasterio Syrasie
(Valle de Hecho, Huesca)
La primera noticia documental de este cenobio se encuentra en una donación de tierras efectuada en 833 por Galindo Garcés (conde de Aragón entre 833 y 844) y su esposa Guldregut. La casa se habría fundado en ese momento, bajo la influencia carolingia. Más adelante, en una visita del 852, se menciona la pujanza del monasterio y de su biblioteca, seguramente favorecida por la proximidad de la vía romana que seguía el valle de Echo, desde Berdún a Francia, pasando por el puerto de Palo.
En 867, Galindo I Aznar (sucesor de Galindo I Garcés, conde de Aragón entre el 844 y 867) le cede la villa de Echo, cabeza del valle. El monasterio también se benefició de la restauración de la antigua sede episcopal de Huesca, que había desaparecido durante mucho tiempo. Durante los siguientes años (s. X) se van encontrando donaciones y confirmaciones de propiedades por parte del poder. La expedición contra Pamplona de Almanzor (999) afectó también al monasterio, que quedó despoblado. En 1082 se restauró y convirtió en una canónica agustiniana, que en 1097 pasó a depender de la abadía de Montearagón, hasta que en 1145 quedó subordinada a la iglesia de Jaca.
En este monasterio se educó Alfonso I el Batallador (1073-1134), que una vez se convertido en rey de Aragón, confirmó (1113) los privilegios del monasterio, además de otorgarle otras propiedades y beneficios. La casa sufrió una profunda transformación a raíz de su dependencia del obispado de Jaca que instauró un capítulo de clérigos. Es en esta época cuando posiblemente se levanta buena parte de la iglesia actual, reflejo de la situación económica. La edificación se reanuda a mediados del mismo siglo, pero parece quedar inacabada. Se trata de una construcción de grandes dimensiones, de planta cruciforme y con un único ábside. Esta iglesia conserva restos de construcciones prerrománicas, a los pies de la nave.
En este sentido, cabe destacar la maciza construcción que da forma a la puerta principal, exteriormente destaca un cuerpo que se avanza del nivel de la fachada, rematado con una pareja de arcos de medio punto, y un pequeño campanario. En el tímpano de esta puerta figura un crismón. Interiormente esta estructura soporta una tribuna elevada. El ábside tiene tres vanos, que se combinan con arcos ciegos, interior y exteriormente. La iglesia de Siresa conserva todavía una parte de su mobiliario del que cabe destacar un Cristo de un descendimiento, posiblemente del siglo XII, una Virgen del siglo XIII y unos retablos góticos dedicados a San Juan Evangelista, la Trinidad, San Esteban y Santiago.
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