A pesar de la poca fiabilidad de los documentos que lo confirmarían, este monasterio ha sido considerado uno de los más antiguos del Principado. Se sitúa su fundación en el año 780, y se atribuye a Adelgaster, hijo del rey asturiano Silo. Dejando de lado esta tradición, se sabe que durante el siglo XI el lugar estaba ocupado por una comunidad dúplice bajo la dirección de abades y abadesas.
Inicialmente, se trataba de un monasterio de tipo familiar, bajo la influencia de patrones, uno de los cuales era el monasterio de San Juan de Corias. El primer documento seguro de este establecimiento monástico data del año 1022, cuando empezaba a formarse su amplio dominio patrimonial, en buena parte integrado por donaciones de la realeza. La última abadesa conocida está documentada en el año 1113, y a partir de ese momento se reestructuró la comunidad, liberándola de la condición de monasterio familiar, dejando en ella únicamente monjes y sometiéndola a la regla de San Benito. En esta época se construyó la iglesia románica que aún se conserva. Este período de prosperidad se prolongó durante los siglos siguientes.
Durante el siglo XV, sufrió los efectos de la inestabilidad de la región, situación que se agravó con la llegada de abades comendatarios y los enfrentamientos que culminaron con el incendio del monasterio. En 1536, el papa suprimió el régimen de abades comendatarios y, en 1538, pasó a formar parte de la Congregación de San Benito de Valladolid. Esta nueva situación dio paso a un cierto período de estabilidad que le permitió emprender obras de mejora, tanto en el mobiliario como en las mismas dependencias monásticas, una obra que comenzó en 1658, pero que quedó inacabada.
En 1661 se estableció allí un colegio, que en 1693 fue trasladado a Santa María de Obarenes (Burgos), pero más tarde fue recuperado. Ya en el siglo XIX, el monasterio sufrió los efectos de la guerra de la Independencia, el Trienio Liberal y, finalmente, la desamortización de 1835. Actualmente, la iglesia parroquial mantiene su función, ahora dedicada a San Antolín. Es una construcción de época medieval, del siglo XIII, con modificaciones posteriores, y conserva un Cristo crucificado del siglo XII. El resto de las dependencias monásticas se encuentran en situación de abandono; el claustro es del siglo XVII, época de la reconstrucción de buena parte del monasterio.
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