Esta abadía fue fundada en 1410 por una bula del papa de
Aviñón Benedicto XIII y con la intervención del cercano
monasterio de Santa María de
Obarenes. Se levantó en el lugar de un antiguo
santuario dedicado a la Virgen del Espino, que gozaba de
mucha devoción. Inicialmente esta casa era un priorato
dependiente de San
Millán de la Cogolla, pero en 1442 se independizó de
aquella, lo que conllevó diferencias entre los dos
centros monásticos. Desde el 1535 tomó el título de
abadía, incorporándose a la Congregación de San Benito
de Valladolid. El siglo XIX trajo exclaustraciones
temporales y ocupaciones de las dependencias monásticas,
hasta que en 1835 fue clausurado definitivamente. El
lugar pasó a manos particulares y en 1879 a manos de los
Misioneros Redentoristas, que todavía lo ocupan. |
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