El actual monasterio de Villamayor tiene su origen en
una primitiva canónica instaurada alrededor del en 1130
y puesta bajo la advocación de San Vicente. Era una
fundación particular de la que se tiene noticias
dispersas, como una supuesta lápida sepulcral fechada el
1132, del abad Severino y una similar del abad Juan, del
1184. Se tiene conocimiento también de una donación a
favor del monasterio efectuada por Pedro Fernández en
1139. Las cosas empezaron a cambiar en 1223, cuando los
diversos patrones de monasterio vendieron sus derechos a
García Fernández de Villamayor, personaje vinculado a la
corte, que concentró en sus manos el dominio del
monasterio. |
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García Fernández impulsó la creación en este lugar de un
monasterio cisterciense femenino, él mismo estaba
emparentado con la abadesa del monasterio de Las
Huelgas. Se cree que en aquel año de 1223 comenzó la
construcción de la nueva casa y en 1228 inició la nueva
etapa, fecha en que también fue dotado económicamente.
Aunque las casas cistercienses suelen estar bajo la
advocación de la Virgen, esta conservó el recuerdo de
san Vicente y el monasterio era conocido como Santa
María de San Vicente de Villamayor. El fundador de la
casa cisterciense, fallecido en 1241 o 1242 fue
enterrado en el monasterio. Esta casa quedó vinculada al
monasterio de Las Huelgas, de
Burgos. En 1575 fue víctima de un incendio que afectó el
coro monástico.
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