Se trata
de un monasterio de monjas benedictinas de modestas
dimensiones. Se le encuentra mencionado por primera vez
en 1108, cuando su abadesa intervino en una donación. Se
menciona de nuevo en 1280, pero las noticias de esta
casa son pocas. A finales del siglo XV, cuando se
reformaron los monasterios benedictinos, éste tenía vacante el
título de abadesa, lo que facilitó su supresión e
incorporación de sus bienes a San Paio de Antealtares,
en 1494. |
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