El monasterio de San Jorge de Azuelo tiene unos orígenes poco claros, se tiene constancia de la existencia de una iglesia en este lugar, al menos del siglo X. En cuanto al monasterio, éste figura mencionado en una donación hecha por el monarca navarro Sancho Garcés II Abarca, firmada en el año 992.
En 1052 García Sánchez III el de Nájera hizo donación del monasterio de Azuelo al de Santa María la Real de Nájera, fundado entonces por él mismo, y desde ese momento pasó a ser un priorato dependiente de aquella casa de La Rioja, manteniendo esa situación hasta la desamortización. A principios del siglo XIX sufrió los efectos de la guerra de la Independencia, cuando quedó prácticamente sin comunidad. Se abandonó definitivamente con la desamortización. Actualmente, es la parroquia de Azuelo, función que ya ejercía en época monástica. Se conserva la iglesia, obra del siglo XII, con añadidos posteriores. Hay escasos restos de otras construcciones anexas.
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