Priorato de Saint-Macaire

La devoción por las reliquias del santo motivó que, en el año 1027, fueran trasladadas a Burdeos, a pesar de la oposición de los monjes de Saint-Macaire, que quizás ya era un priorato en aquel momento. Según una tradición poco documentada, el duque Guillermo de Aquitania donó la villa de Saint-Macaire a la abadía de Sainte-Croix de Burdeos; otras versiones indican que cedió el priorato de Saint-Macaire y sus bienes. En cualquier caso, los litigios entre ambas partes se prolongaron en el tiempo y no se resolvieron hasta 1170.

Actualmente se conserva la iglesia de Saint-Sauveur, un edificio de origen románico que corresponde a la reconstrucción realizada en el siglo XII y que ha sufrido numerosas transformaciones a lo largo del tiempo. Es de una sola nave y está encabezada por tres ábsides semicirculares de las mismas dimensiones, dispuestos en forma de trébol. La cabecera es la parte más antigua, mientras que la nave se construyó posteriormente. En la cabecera se conserva una notable serie de capiteles, muchos de ellos historiados. También se mantiene una buena muestra de la antigua decoración mural, aunque ha sufrido modificaciones. En el lado norte de la iglesia hay adosado un campanario hexagonal del siglo XIV. De las antiguas dependencias monásticas, se ha podido recuperar parcialmente el claustro, situado al sur.