La
historia de este establecimiento es poco conocida debido
a la pérdida de su documentación. Se trata de una
canónica regular agustiniana fundada por voluntad del
duque Guillermo VIII de Aquitania (1058-1086), que el
papa Alejandro III confirmó en una bula del año 1179.
Algunas fuentes mencionan que anteriormente al
establecimiento de los canónigos, el lugar habría sido
ocupado por una comunidad benedictina. Durante el siglo
XVI sufrió los efectos de las guerras que afectaban a la
región, en el siglo siguiente se recuperó y comenzó su
restauración, que se extendería durante siglos
siguientes. A causa de la Revolución pasó a manos
particulares, aunque ya con anterioridad el lugar se
encontraba inmerso en una fuerte decadencia. La iglesia
es un edificio románico con importantes modificaciones,
las otras dependencias son básicamente obra del siglo
XVIII. |
|