Cice la
tradición que esta casa fue fundada a mediados del siglo
IX en un lugar poblado por anacoretas, según esta
leyenda, en el transcurso de una cacería el primer rey
de Bretaña, Nominoé (c.800-851), éste acordó con los
ermitaños que fundaría un monasterio si conseguían las
reliquias de un santo. Los ermitaños fueron a la isla de
Sark donde el cuerpo de san Maglorio (Magloire) reposaba en una
abadía y con la complicidad de un guardia consiguieron
llevarse las reliquias y trasladarlas a Léhon. Tal como
habían acordado con Nominoé, comenzó la construcción de
un monasterio seguidor de la Regla de San Benito. Hacia
el 965 y ante la amenaza de los vikingos, la comunidad
religiosa y las reliquias del santo se trasladaron a
París y el 970 fundaron la
abadía de Saint-Magloire de
París. |
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El 1093
llegó a Léhon una comunidad procedente de la casa de París con la
voluntad de devolverle su actividad monástica y levantaron un nuevo
establecimiento sobre sus ruinas anteriores, convirtiéndose en un
priorato dependiente de la casa de París que se quedó con las
reliquias del santo titular. Poco a poco surgió el enfrentamiento
entre las dos casas que causó su decadencia, finalmente se optó por
situar Léhon bajo la dependencia de la
abadía de Marmoutier (Tours)
como priorato suyo pero con una amplia libertad de gestión. El 1440
empezó a estar dirigido por priores comendatarios pero la decadencia
se había apoderado de la casa. Durante los años siguientes, después
del concilio de Trento, se trabajó para la reforma del priorato y no
fue hasta 1628 que se integró a la congregación de Saint-Maur. En
1766 fue suprimida la casa monástica y Saint-Magloire se convirtió
en una parroquia hasta la Revolución, que llevó la ruina al antiguo
establecimiento. Después de pasar por varias manos, agravando su
estado de destrucción, en 1885 comenzaron los trabajos de
restauración. |
Saint-Magloire de Léhon |