Se ha atribuido el primer asentamiento monástico en este lugar a una comunidad de tipo eremítico establecido en Val-Saint-Jean relacionada con los Padres del Jura y que cronológicamente se ha situado entre los siglos VII y VIII, este incipiente monasterio habría quedado abandonado poco después. Más allá de esta tradición y ya en el siglo XII, en Val-Saint-Jean se establecieron dos hermanos, Constantino y Roberto, para llevar vida solitaria a quienes seguidamente se añadieron algunos seguidores, en 1127 del arzobispo de Besançon consagró la iglesia que habían levantado gracias al apoyo de los habitantes de las cercanías. En 1133 el arzobispo confirmaba las posesiones de la pequeña comunidad en un documento donde se mencionaba que seguían alguna regla, pero sin especificar cuál. Ese mismo año, o en 1134, se hacía la entrega de Acey a la abadía de Cherlieu (Alto Saona) con el fin de fundar una nueva casa cisterciense.

Abadía de Acey

La nueva abadía de Acey fue la sucesora natural de la antigua comunidad de Constantino y Roberto, donde se integrarían sus miembros además de los monjes llegados de Cherlieu. El nuevo monasterio se levantó en un lugar situado al noreste, más apropiado, mientras que el lugar de Val-Saint-Jean quedaría como una granja de Acey que sería conocida como Le Colombier. En 1136 Renaldo III de Borgoña hizo una donación a Acey en un documento que tradicionalmente se ha considerado la carta de fundación de la nueva abadía. En 1184 el monasterio estuvo en disposición de hacer una nueva fundación que se realizó en Pilis, en un lugar bien lejano como Hungría, cerca del Danubio y de la actual Budapest. La abadía hija de Pilis traería más bien inconvenientes a Acey, a raíz de la lejanía que dificultaba las visitas y de la falta de regularidad de los monjes húngaros. La guerra de los Cien Años (s XIV-XV) entorpeció el correcto desarrollo del monasterio que pasó una larga época de decadencia, tanto en cuanto a su situación económica como por el correcto seguimiento de la observancia.

Abadía de Acey

Desde el 1545 la casa había pasado a tener abades comendatarios, a finales del siglo XVI y comienzos del XVII todavía tendría que sufrir más situaciones adversas, como las guerras de Religión. Una vez restauradas las dependencias del monasterio, en 1683 sufrió un grave incendio. La Revolución representó un duro golpe para la actividad monástica, entre el 1790 y 1791 la comunidad había abandonado el lugar y se había procedido a su venta. En 1828 Acey se convirtió en una escuela femenina, hasta que en 1853 pasó a manos de los benedictinos y después aún a otras instituciones religiosas hasta que en 1873 se hizo cargo del lugar la abadía trapense de Aiguebelle (Drôme) esta se encargó de la restauración del monasterio cisterciense, desde el 1938 con el título de abadía.

Abadía de Acey