San
Evorcio (Aper, Evre, Epvre ...) fue obispo de Toul a
principios del siglo VI, según su relato hagiográfico,
pertenecía a una familia acomodada, hacia el 500 fue
designado obispo en contra de su voluntad y durante su
vida protagonizó varios episodios milagrosos. La
tradición dice que comenzó a levantar una iglesia
dedicada a san Mauricio, lugar donde fue enterrado a su
muerte, hacia el 507. Esa iglesia fue terminada por
Albaudius, su sucesor al frente de la diócesis quien
habría fundado un monasterio en aquel lugar. A finales
de ese mismo siglo otro obispo, Antimond, amplió el
monasterio, casa que habría desaparecido en el siglo
VIII a causa de las invasiones que sufrió el territorio. |
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Ya en el
siglo IX y bajo el episcopado de Frotario, antiguo monje de
Gorze (Mosela) se recuperó la casa como
monasterio, estableciendo una reducida comunidad con la protección
de Luis el Piadoso. Durante la primera mitad del siglo X una nueva
ola de invasiones obligó a la comunidad a abandonar el monasterio
que se encontraba alejado de la ciudad. San Goselín trabajó en una
nueva restauración de las iglesias y monasterios perdidos de la
diócesis y es en este contexto que se volvió a establecer una
comunidad de monjes, hacia el 935. Se convirtió una abadía
importante e influyente a pesar episodios de decadencia. A mediados
del siglo XIV Saint-Èvre fue asaltado y saqueado. A mediados del
siglo XVI volvió a sufrir importantes destrucciones, se perdió la
iglesia y se tuvo que reconstruir buena parte del monasterio, entre
1559 y 1612. La casa se mantuvo hasta la Revolución tras la que el
monasterio fue derribado en su práctica totalidad, ahora solamente
queda una construcción auxiliar del siglo XVI. |
Saint-Èvre de Toul
Detalle del Plan de la Ville de Toul (1720)
Bibliothèque nationale de France |