Abadía de Saint-Pierre de Moissac

A mediados del siglo XI el lugar estaba en decadencia, con la iglesia parcialmente derruida y las dependencias monásticas incendiadas en 1042. Seguidamente, en 1048, de acuerdo con el conde de Tolosa y el obispo de Cahors, Moissac se puso bajo la protección de Cluny. El hecho de convertirse en una abadía cluniacense impulsó su recuperación, tanto económica como espiritual, obtuvo, o recuperó el dominio de iglesias y prioratos, entre otros muchos bienes, en 1078 le fue anexado el monasterio de Sant Pere de Camprodon (Ripollès) y durante un corto período de tiempo la canónica de Saint-Sernin de Toulouse dependía de aquí. En 1063 se consagraba una nueva iglesia y en 1100 se terminó el claustro. Por otro lado, de su escritorio salieron manuscritos iluminados, el monasterio se convirtió en un importante núcleo cultural. Esta situación de bonanza se prolongó en el tiempo, hasta mediados del siglo XIV, cuando la guerra de los Cien Años lo afectó.

Antes de la iglesia actual y en este lugar, se habrían levantado otros templos, de los que no queda prácticamente nada. En 1063 se consagró la que sería la tercera iglesia, con algunos restos en la parte baja de los muros. La que se conserva es básicamente la que se levantó en el siglo XV, con modificaciones y restauraciones posteriores. A los pies de la iglesia se encuentra el campanario, levantado sobre un nártex de planta cuadrada y con un piso superior, probablemente del siglo XII. Más arriba se encuentra una parte construida con ladrillos, de los siglos XV y XVII. Ha sido modificado y restaurado. Al sur del nártex se encuentra un magnífico portal con un tímpano decorado con escenas del Apocalipsis. A ambos lados hay otras representaciones secundarias: el pobre Lázaro, Anunciación, Visitación, Epifanía, Huida a Egipto, entre otros personajes.