Canónica de Saint-Sernin de Toulouse

Alrededor de la tumba del santo se reunió una comunidad, seguramente de canónigos, organizada por el obispo de Toulouse. Este monasterium se encuentra mencionado documentalmente por primera vez en el año 844. Hacia 966, un documento especifica que, en ese momento, se trataba de una canónica. A mediados del siglo XI el centro monástico pasó por un período de relajamiento de las costumbres. El obispo Izarn, que ya había reformado la canónica de la catedral, renovó también ésta, con la oposición de los canónigos, por lo que fueron expulsados y en 1082, el lugar quedó bajo la tutela de la abadía de Moissac (Tarn y Garona). En 1083, el papa Gregorio VII cerró el conflicto retornando los canónigos a su lugar, siguiendo la regla de San Agustín y dejándolos bajo jurisdicción directa de la Santa Sede, situación que se mantendría hasta su secularización, en 1527.

Es en esta época cuando se decidió reconstruir completamente la iglesia de Saint-Sernin. La cabecera se levantó a finales del siglo XI, entre 1080 y 1096, en esta última fecha, el papa Urbano II consagró solemnemente el altar y la propia iglesia. El resultado de las construcciones que se fueron sucediendo a lo largo del tiempo es una grandiosa iglesia de cinco naves y un amplio crucero de tres naves. En la intersección de la nave y el crucero se levanta el campanario. El ábside principal, con deambulatorio, remata la nave central y está provisto de cinco absidiolas. Tiene una interesante cripta dividida en dos niveles. En el transcurso de los años la iglesia sufrió modificaciones y restauraciones, en este último capítulo cabe mencionar la restauración de Viollet-le-Duc, cuando el monumento ya había perdido el claustro y las demás dependencias de la canónica. Aquel claustro estaba situado al norte de la basílica, sólo se conservan algunos capiteles en el Museo de los Agustinos de la misma ciudad.

La decoración escultórica también está presente en el exterior de la basílica. El portal de Miègeville, parece que se hizo a partir de 1100. Se trata de una puerta única. Tiene un tímpano con la representación de la Ascensión, donde figura Cristo acompañado de ángeles. En el dintel se representan los doce apóstoles con dos ángeles y está soportada por dos modillones decorados. A ambos lados hay dos relieves; el de la derecha representa a san Pedro, encima hay un relieve con dos ángeles y debajo de Simón el Mago. A la izquierda figura Santiago el Mayor, también entre dos relieves de menor tamaño; encima unos personajes entre vegetales, debajo dos mujeres cabalgando leones. A ambos lados de la puerta se encuentran columnas con capiteles, dos a cada lado: Tres de ellos son historiados: Expulsión del Paraíso, Matanza de los Inocentes y la Anunciación y Visitación. El cuarto con leones. La parte superior de la portada está rematada con una cornisa sostenida con siete modillones.