Se
considera que la fundación de este monasterio tuvo lugar
durante el reinado del rey Clodoveo II (639-657), este
monarca habría tomado la iniciativa fundacional a raíz
de una curación. La nueva casa quedó bajo el control de
la dinastía merovingia hasta que a finales del siglo IX
pasó a manos de la diócesis de Angers que estableció una
comunidad de canónigos, un siglo después llegaron los
monjes benedictinos que impulsaron de nuevo su
vitalidad. A mediados del siglo XI se reconstruyó el
monasterio gracias al apoyo de los condes de Anjou, la
nueva iglesia se consagró el 1059 y en los siglos
posteriores se fue reformando y mejorando. En la iglesia
del monasterio se veneraban las reliquias de san Brieuc,
monje y obispo, que llegaron en el siglo IX a Angers a
raíz de las inestabilidades causadas por las invasiones
normandas que aconsejaron su traslado desde la Bretaña.
Después de sufrir los efectos de las guerras de Cien
Años y de Religión la casa pasó a estar gobernada por
abades comendatarios (1553) lo que agravó su decadencia.
En 1628 la congregación de Saint-Maur se hizo cargo del
monasterio y a finales de ese siglo comenzó su
reconstrucción, especialmente en cuanto a las
dependencias conventuales. La comunidad benedictina se
mantuvo en ese lugar hasta la Revolución, el 1790.
Actualmente la iglesia tiene funciones parroquiales, se
conservan las dependencias levantadas en época maurista. |
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