En 1410 Amadeo VIII de Saboya dio la casa de campo que tenía en la orilla del lago Léman a una comunidad de canónigos agustinianos con el fin de que instaurasen un priorato, seguidamente dispuso lo necesario para adaptar el lugar a la actividad monástica. El mismo 1410 la fundación recibió el visto bueno del obispo de Lausana y en 1417 el papa Martín V ponía la casa bajo su protección. A partir del 1434 Ripaille se convirtió en lugar de retiro del fundador, que había construido una residencia, aquel año Amadeo VIII fundó la orden de San Mauricio que se estableció en Ripaille y que más adelante (1572) evolucionaría para formar el orden de caballería de San Mauricio y San Lázaro. Amadeo VIII fue nombrado papa (antipapa Félix V) en 1439, murió en 1451 y fue enterrado en este lugar. En 1536 el priorato fue víctima de las guerras de Religión y nunca se pudo recuperar.

Por otra parte en el sureste de Ripaille se habían establecido hacia el 1136-1137 los cartujos donde habían fundado la cartuja de Vallon. Esta casa también sufrió en 1536 los efectos de las guerras de Religión y la comunidad tuvo que huir y refugiarse en otras cartujas que no habían quedado afectadas. En 1607, recuperada una cierta normalidad, pudieron regresar pero se encontraron el lugar inhabitable y se puso el lugar de Ripaille en manos de los cartujos que en 1623 se pudieron establecer impulsando la cartuja de la Annonciade, más conocida como cartuja de Vallon-Ripaille, monasterio que se mantuvo hasta la Revolución, en 1793 ya se había abandonado.