Según la tradición Aigulfo era natural de la región de Blois (Loir y Cher) y monje de la abadía de Fleury (Loiret). Alrededor del 660 al abad Mummolus lo envió a Montecassino, que había resultado destruido, para recuperar el cuerpo de san Benito de Nursia. Gracias a un episodio milagroso pudo localizar los restos de san Benito y de Santa Escolástia, que se trasladaron a Francia dejando el cuerpo del primero en Fleury y el de Escolástica en Le Mans.
 

Abadia de Saint-Benoît-sur-Loire
 

Hacia el 671, Aigulfo fue designado abad de Sant-Honorat de Lerins (Alpes Marítimos) en una época de reorganización tras un ataque y dispersión de la comunidad. En plena tarea de restablecimiento de la disciplina se enfrentó a algunos monjes contrarios, que lo secuestraron y condujeron a la isla de Capraia donde fue martirizado y decapitado hacia el 675-680. Desde Lerins enviaron monjes a recuperar el cuerpo de Aigulfo que se trasladó a su monasterio. La presencia de las reliquias generó varios episodios milagrosos. Una tradición de Provins dice que el cuerpo del santo fue trasladado a Fleury y, después, a este lugar donde se venera en el priorato de Saint-Ayoul de Provins. Otras versiones indican que el cuerpo del santo siguió en Lerins y que, tal vez, sólo se trasladaron algunas reliquias a Provins.
 

Martirio de san Aigulfo
Ilustración de Heiliges Benedictiner-Jahr (1710)
 

Abadía de Lerins