María Magdalena
Magdalena
Se trata de un personaje que figura en varios episodios del Nuevo Testamento y que se ha confundido con María de Betania la hermana de Lázaro y Marta. Entre otros, estuvo presente en la crucifixión y protagonizó una aparición de Cristo resucitado, el episodio del Noli me tangere. El personaje se popularizó mucho a causa de su devoción en occidente y que generó una serie de relatos que la magnificaban. Después de la ascensión de Cristo hay dos versiones sobre ella, una la sitúa en Éfeso donde murió y luego su cuerpo fue enterrado en Constantinopla. La otra la lleva a occidente, donde se forjaría su devoción.
Relacionada con:
Claustro de la catedral de Tarragona
Según esta última narración, encontramos a la Magdalena en Palestina difundiendo el cristianismo, lo que se desencadenó una persecución contra los discípulos de Cristo y ella misma. Un grupo de aquellos discípulos, formado por María Magalena, María de Cleofás, María Salomé (conocidas como las Tres Marías) los hermanos de la Magdalena (Lázaro y Marta) Maximino (compañero de Lázaro y luego considerado el primer obispo de Aix-en-Provence) Sidonio y las sirvientas Marcela y Sara, entre otros, fueron abandonados en una vieja barca sin velas, timón ni remos que fue llevada milagrosamente a la Provenza. Aquellos exiliados desembarcaron en la costa de la Camarga (en Saintes-Maries-de-la-Mer) y se dispersaron por diferentes lugares.
La Magdalena se trasladó a Marsella, lugar que evangelizó durante siete años antes de retirarse a la cueva de la Sainte-Baume donde vivió treinta años en los que era transportada diariamente por los ángeles al cielo. Al final de su vida fue descubierta por otro eremita que vivía en los alrededores, el cual fue en busca del obispo Maximino de Aix que la pudo asistir en el momento de la muerte. Maximino se encargó de su entierro (en Saint-Maximin, Var) y ordenó que, a su muerte, él también fuera enterrado allí. Sobre aquella tumba y los restos de la Magdalena hay dos versiones, una era la defendida desde la abadía de Vézelay (Yonne, Borgoña) que dice que en tiempos de Carlomagno fueron llevados a aquel monasterio. La otra era la patrocinada desde Saint-Maximin que sitúa su tumba y las reliquias en la cripta de la iglesia de ese lugar.
Capilla de Sant Miquel
Monasterio de Pedralbes
En el siglo trece se impulsó una nueva leyenda protagonizada por el conde de Provenza, Carlos II, con relato milagroso incluido y relativo a su liberación. Según éste, Carlos permanecía cautivo en Barcelona desde 1284 cuando Roger de Lauria lo hizo prisionero en el transcurso de la guerra de Sicilia. En la cárcel se encomendó a la Magdalena y esta le dijo en sueños que sería liberado y también que tenía que buscar su tumba en Saint-Maximin, dándole detalles de la misma y aclarando, para salir de dudas, que las reliquias que se veneraban en Vézelay no eran las suyas. Efectivamente después de ser transportado milagrosamente de Barcelona a Narbona, buscó en la cripta de la iglesia donde se descubrieron dentro de un sarcófago los restos de la santa con el frasco de tierra y sangre de Cristo que ella había recogido del Calvario. En ese lugar se fundó el convento dominico de la Magdalena.
Sarcófago de santa María Magdalena
Ilustración de Monuments inédits sur l'apostolat de Sainte Marie-Madeleine... (1865)
- FAILLON, Michel (1865). Monuments inédits sur l'apostolat de Sainte Marie-Madeleine en Provence. París: Petit Montrouge
- RÉAU, Louis (1997). Iconografía del arte cristiano. Tomo 2, vol. 4. Barcelona: Ed. del Serbal
- SANTIAGO DE LA VORÁGINE (1987). La leyenda dorada. Madrid: Alianza Editorial