El castillo sarraceno de Ascó estaba situado en un lugar estratégico del Ebro, muy importante para el control de su tráfico fluvial. Es mencionado por primera vez en 1148, y fue conquistado hacia 1151. En 1152 Ramon Berenguer IV empeñó a los templarios diversos bienes en Ascó y en 1182 el mismo castillo, hasta que en 1210 la orden obtuvo la señoría plena.
La casa de Ascó se habría fundado alrededor de 1181, no tenemos ninguna noticia cierta hasta 1197, cuando se menciona el comendador Jordà de Misó. Era una encomienda autónoma, pero vinculada a Miravet y a su vez dependía de ella el priorato de Ribarroja. En 1312, cuando se suprimió la orden del Temple, el señorío pasó a los hospitalarios, dependiendo de la castellanía de Amposta. En el siglo XV la encomienda hospitalaria se dividió en dos: ésta de Ascó y la de Vilalba dels Arcs. El último comendador conocido es Josep de la Torre (1780). El castillo había quedado destruido a raíz de la guerra de los Segadores a mediados del siglo XVII, la torre principal todavía se conservaba a principios del siglo XX, pero cayó. En los últimos años se ha restaurado esta parte y se ha excavado el recinto intramuros, con construcciones diversas, entre ellas la capilla de Sant Pere.
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