Monasterio de San Pedro de Cervatos

La primera noticia documentada de esta casa es la concesión de un fuero por Sancho García, conde de Castilla, en el año 999. Más adelante, el monasterio de Cervatos recibió donaciones, privilegios y confirmaciones del fuero mencionado, y por eso se convirtió en un centro religioso y de poder muy influyente. Durante el siglo XII se levantó la iglesia actual, y en 1186, la monarquía, que hasta ese momento había sido propietaria y benefactora de la casa, la entregó al obispado de Burgos. De hecho, se trataba de un intercambio con Santa Eufemia de Cozuelos (Palencia).

Se conserva una iglesia románica del siglo XII, de una sola nave, que ha sido modificada a lo largo del tiempo, con construcciones adosadas al lado norte. Tiene una notable portada románica, situada en una posición más avanzada respecto a la fachada, con un alero propio sostenido por modillones. La portada tiene tres columnas a cada lado, tímpano y arquivoltas, con una profusa decoración. Los modillones de los aleros de la portada y los de la propia iglesia presentan una abundante y variada decoración escultórica.