Los orígenes del
monasterio de Joncels son desconocidos, figura mencionado
por primera vez en un documento de Luis el Piadoso, del año 819 y se
cree que su fundación se habría llevado a cabo poco antes, en el
marco de la expansión benedictina impulsada por el mismo monarca y
con la contribución de
Benito de Aniane. También se ha documentado
su reconstrucción, en 851, en un privilegio de Pipino II de
Aquitania, que lo puso bajo su protección, lo que hace suponer que
hasta ese momento era una fundación particular. En 909 la abadía de
Joncels había pasado a depender del monasterio de Psalmodi (Gard) y
durante una larga época figura el mismo abad al frente de las dos
casas. |
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Se sabe también
que San Fulcran, obispo de Lodeva entre el 949 y 1006, restauró el
monasterio que se encontraba en manos de extraños, que habían
conseguido expulsar la comunidad monástica. La casa fue creciendo en
importancia y quiso desligarse de Psalmodi y después de varias
tentativas lo consiguió en 1139. En el siglo XIV padecía una cierta
decadencia y relajamiento en la observancia de la Regla, además fue
víctima de los efectos de la guerra de los Cien Años y más adelante
de las guerras de Religión, ya en el siglo XVI. También le afectó el
hecho de estar dirigida por abades comendatarios, que debilitaron
aún más su situación, de hecho desde las guerras de Religión los
monjes de Joncels se habían visto obligados a dejar la antigua
abadía y pasar a residir en casas particulares, dejando de lado la
vida comunitaria. Esta fue la razón que llevó a su secularización en
1745, convirtiéndose en una canónica que a su vez, en 1767, fue
unida a Béziers. La Revolución acabó de dispersar y destruir lo que
quedaba de los bienes y archivos del antiguo monasterio. |

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