Abadía de Bonnefont de Cominges

En la vertiente sur de los Pirineos fundaron el monasterio de Santa María de Fonclara, después Santa Fe de Zaragoza (1223) y Santa Maria de Lavaix (Alta Ribagorça, 1224) que pasó a depender de aquí cuando el obispo de Lleida, Berenguer d'Erill, convirtió aquel monasterio en cisterciense. En 1498, Bonnefont adoptó el régimen comendatario, más adelante, en la última época, se reconstruyó el conjunto de dependencias monásticas, sin embargo, se conservó la iglesia, el claustro y la sala capitular. Con la Revolución el monasterio se clausuró y sus últimos siete monjes lo abandonaron. Los archivos se trasladaron a Saint-Gaudens, donde más adelante se quemarían. Sus bienes fueron vendidos en 1791, los edificios se fueron destruyendo o sustrayendo poco a poco y ahora sólo queda la bodega, con el dormitorio de los conversos en el piso superior. Hay restos de la sala capitular (con elementos de su portada) dispersos y a la espera de su reconstrucción.

A principios del siglo XIX se perdieron buena parte de las construcciones del monasterio que aún se conservaban: en las iglesias de Touille y Saint-Martory se conservan elementos arquitectónicos de la iglesia monástica. En cuanto al claustro, una parte se conserva en Saint-Gaudens, también hay elementos en The Cloisters de Nueva York, además de otros capiteles dispersos. En cuanto a la sala capitular, su fachada se trasladó a la casa de Lorde, en Saint-Martory, después sede del Ayuntamiento. En 1807 se encontró la tumba del conde Bernat de Comenge, que en 1827 ingresó en el Museo de los Agustinos de Toulouse.