Esta
canónica fue fundada hacia el 1025-30 por el obispo de
Périgueux, Arnaud de Vitabre, con la intervención de un
personaje local llamado Fruinus, del que derivaría el
nombre del lugar. El 1101 el papa Pascual II puso esta
casa bajo la dependencia del
monasterio benedictino de Charroux (Vienne) pero
pronto se independizó como canónica seguidora de la
Regla de San Agustín.
Aunque nunca se convirtió en una gran casa, con el
tiempo acumuló un amplio patrimonio, con iglesias que
dependían de ella. La propia iglesia canonical compartía
esta función con la de parroquia, bajo advocación de
Saint-Nicolas. Como otros establecimientos de la región,
también sufrió los efectos de la guerra de los Cien Años
y, sobre todo las guerras de Religión, en el siglo XVI,
que la dejaron en ruina. Nunca se repuso totalmente, aún
así, llegó a finales del siglo XVIII, aunque su
actividad era residual. |
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