Durante la década de 1070 habrían llegado hasta este lugar de La Motte-Saint-Didier las reliquias de san Antonio Abad, traídas de Constantinopla por Jocelin después de una peregrinación a Oriente. El mismo personaje emprendió la construcción de una iglesia junto al castillo feudal digna de las reliquias que debía acoger. Para ayudar a esta empresa, el 1088 se pidió a los monjes de la abadía de Montmajour (Arlés, Bocas del Ródano) que establecieran aquí un priorato y se encargaran de los servicios religiosos, de la iglesia existente y de la nueva que estaba en construcción, estos ya estaban plenamente asentados en la Motte antes del fin del siglo XI. El lugar creció en popularidad debido a la llegada de peregrinos que se encomendaban al santo para conseguir la curación de la enfermedad conocida como fuego de San Antonio (el ergotismo), muy común en aquella época.

Saint-Antoine del Viennois
Entrada al recinto monástico

Saint-Antoine del Viennois
Portal de acceso a la plaza de la iglesia

Uno de los peregrinos curados fue Guérin de la Valloire, en cumplimiento de una promesa dedicó su vida a atender a los enfermos acompañado de su padre, Gastón. Rápidamente se reunió una pequeña comunidad que tenía cuidado de los enfermos y en el año 1095 ya disponían de un pequeño hospital y, además, obtuvieron la confirmación fundacional del papa Urbano II. El primer maestre de la organización fue el mismo Gastón de la Valloire. El 1119 el Papa Calixto II pudo consagrar la nueva iglesia aunque todavía estaba en construcción. El priorato benedictino y el hospital convivieron en La Motte, pero la actividad de los hospitalarios chocó con los intereses del priorato de Montmajour disputándose el control del lugar, las reliquias y la peregrinación.

El rápido desarrollo de la comunidad de hospitalarios extendió su influencia estableciendo en muchas ciudades nuevos asentamientos especializados en la curación del fuego de San Antonio que incluso comportaba la práctica de la cirugía. El 1209 el obispo autorizaba a los antonianos la construcción de un oratorio propio, la iglesia de Notre-Dame, independiente la iglesia de Saint-Antoine de los benedictinos, prioral al tiempo que parroquial. En esta época los hospitalarios ya disponían de clero propio dentro de su comunidad. Durante la primera mitad del siglo XIII los hospitalarios fueron consiguiendo privilegios en detrimento de los que ostentaban los benedictinos, finalmente en 1247 el papa Inocencio IV sometió aquella comunidad hospitalaria en la Regla de San Agustín, convirtiéndose en adelante una verdadera orden religiosa de tipo canonical .