La primera noticia conocida de este lugar es la donación de la iglesia parroquial de Saint-Pierre de Marnans a la abadía de Saint-André-le-Bas de Vienne en época del arzobispo Leodegario (1030-1070) la posesión se menciona en una confirmación de bienes del papa Adriano IV del 1157 donde no hace ninguna referencia a funciones monásticas en aquel momento. La condición de cenobio ya se ve confirmada en 1164 en una donación de tierras efectuada por el arzobispo de Vienne. Se desconoce qué comunidad ocupaba esta casa en ese momento, se ha especulado que podrían ser benedictinos por su relación con San André-le-Bas o también canónigos regulares, los cuales ocupaban efectivamente esta casa en el último cuarto del siglo XII. Por otra parte es en este momento que se habría levantado la iglesia que todavía se conserva hoy.

Priorato de Marnans

Priorato de Marnans

Un siglo más tarde Marnans se encontraba en plena decadencia y por eso el 1286 el arzobispo pedía poner el priorato (que se ignora de qué monasterio dependía) bajo la protección de una casa que pudiera garantizar su continuidad. La situación se resolvió con su adscripción (1287) a la abadía de Saint-Antoine (Isère) que en ese momento gozaba de una época de prosperidad. Desde ese momento pasó a ser una casa antoniana dependiendo del abad de Saint-Antoine que delegaba el gobierno en un prior o comendador establecido en Marnans. Esta nueva situación generó una recuperación de la situación económica del priorato que se pudo mantener hasta la década de los 60 del siglo XVI cuando el lugar fue arrasado a causa de las guerras de Religión. El priorato perdió el claustro y otras dependencias y sólo subsistió la iglesia a pesar del intento de volarla. El lugar quedó sin comunidad pero pudo recuperar las funciones parroquiales en la iglesia que continuó vinculada a los antonianos.

Priorato de Marnans