Convento de Santa Maria de Jesús de Lleida

A raíz de esto, los observantes se trasladaron al interior de la ciudad, a una casa de Lluís de Coscó, en el Clot de les Monges. En ese lugar empezaron a levantar un nuevo convento, pero la oposición de otros sectores de la Iglesia impidió continuar la obra emprendida. El asunto terminó en 1477 con una concordia entre las partes, según la cual les fue cedida la iglesia de la cofradía de Sant Salvador, antes parroquia, al noreste de la colina de la Seu. En este lugar empezaron la construcción del nuevo convento, donde se trasladaron en 1480. En 1567 se adjudicó a los observantes el antiguo convento de Sant Francesc, de los franciscanos claustrales, pero no lo ocuparon y en 1576 lo cedieron a las clarisas, que anteriormente habían ocupado el antiguo lugar de los observantes del Clot de les Monges.

Pero nuevamente sufrieron los efectos de la guerra, ahora la de Sucesión, que acabó definitivamente con el convento de los frailes menores y con la vida de algunos miembros de la comunidad, por lo que dejaron la ciudad de Lleida hasta que fueron llamados de nuevo, en 1722. En este regreso les fue cedido un nuevo lugar para establecerse, junto al Segre, donde levantaron un nuevo convento e iglesia, esta última dedicada ahora a Sant Pere. En 1835, la exclaustración expulsó a los dieciséis religiosos que lo ocupaban, el convento fue utilizado por la administración y la iglesia fue cedida al obispado en 1849 y todavía mantiene funciones parroquiales. Los frailes menores regresaron a la ciudad en 1908, fundando el convento de Sant Antoni de Pàdua.