Encomienda de Vallmoll
Les Cases de Vallmoll / l’Hospitalet / Mare de Déu de la Llet / Vallis Mollis
(Puigpelat, Alt Camp)
Durante la segunda mitad del siglo XII los hospitalarios recibieron en donación las propiedades de Puigpelat y l'Hospitalet situadas en el actual término de Puigpelat, lugar donde aquella orden fundó una encomienda. La primera noticia indirecta de la existencia de la casa hospitalaria de Vallmoll es del 1184 y el primer documento explícito, donde consta el nombre del comendador, Pere de Cirera, lleva fecha del 1205.
En l'Hospitalet se levantó una capilla y la casa de la encomienda, todo de proporciones modestas, mientras que por otro lado se fue formando la villa y fortaleza de Puigpelat, con sus propias defensas y como lugar de refugio en caso de necesidad. Las tierras de los hospitalarios estaban dentro del término de la baronía de Vallmoll y su situación jurídica era confusa, lo que desencadenó una larga serie de conflictos y litigios entre las dos instituciones por cuestiones señoriales y jurisdiccionales. Aparte de registrarse todo tipo de enfrontamientos entre los comendadores de Puigpelat y los alcaldes Vallmoll, se encuentran también episodios más graves y violentos: en 1298 la milicia del barón de Vallmoll entró en Puigpelat encarcelando algunos aldeanos, lo que se repitió en varias ocasiones, manteniéndose hasta bien entrado el siglo XVIII, cuando la jurisdicción criminal pasó a manos reales.
A comienzos del siglo XV la situación económica de la encomienda era muy precaria, una crisis generalizada comportó la decadencia de muchas casas hospitalarias y obligó a su reorganización. La encomienda de Vallmoll fue unida a la preceptoría de Selma y su sede se trasladó a este último lugar tomando el nombre de encomienda de de Selma y Vallmoll, pero la solución no fue suficientemente efectiva y la situación económica no mejoró, a comienzos del siglo XVI las casas amenazaban ruina y los campos se habían abandonado. Pero los hospitalarios mantuvieron la capilla de l'Hospitalet que quedó a cargo de un ermitaño. La devoción a la Virgen de la Leche continuó, convirtiéndose en un santuario que tuvo presencia en L'Hospitalet hasta el año 1920, cuando se derribó totalmente. Actualmente una capilla junto al camino recuerda el lugar.
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La encomienda estaba situada en el lugar donde más tarde estuvo el santuario de la Mare de Déu de la Llet, o de l'Hospitalet, también desaparecido. Al suroeste de Puigpelat