Este monasterio cisterciense fue fundado alrededor del
año 1178, fecha en que llegaron los primeros monjes. Sus
promotores fueron Gonzalo de Marañón, personaje de la
corte de Alfonso VIII, y su esposa Mayor García de Aza
tras protagonizar un primer intento en 1159 en el que
tenía que intervenir la
abadía de
Gimont (Gers) y que fracasó. Este segundo intento,
exitoso, se hizo con la colaboración de la
abadía de
Escaladieu (Altos Pirineos) de la línea de
Morimond
que envió la primera comunidad, al frente de la cual se
puso el abad Fortunatus. En 1182 los mismos personajes
aún fundarían el monasterio femenino de Aza, también
cisterciense y de vida efímera (en 1201 ya no existía)
que pondrían bajo la tutela de Bujedo y del que sería
abadesa Mayor García, ya viuda. Aunque en los años
posteriores se registran diversas donaciones a su favor,
no pasó de ser una casa modesta. Alrededor de 1508 se
afiliaba a la Congregación Cisterciense de Castilla pero
a pesar de ello continuó sufriendo penurias durante
muchos años, en la segunda mitad del siglo XVIII era
lugar de estancia de monjes de edad avanzada y en 1775
se menciona que estaba deshabitado. Debido a la
desamortización de 1835 el lugar pasó a manos
particulares pero se pudieron conservar, y luego
restaurar, buena parte de sus estructuras. |
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