Otros monasterios de la ciudad de Valladolid

Cistercienses (f)

Este monasterio cisterciense femenino de Santa María la Real de Huelgas fue fundado por la reina María de Molina (c 1265-1321), la esposa de Sancho IV de Castilla, la autorización de su establecimiento lo había obtenido en el año 1282. Aquella primera casa fue víctima de un incendio en 1320 y se levantó de nuevo en otro lugar, en la iglesia de Santa María Magdalena, junto al palacio real, donado también por la fundadora. A la muerte de la reina, al año siguiente, ésta fue enterrada en la iglesia del monasterio. En 1328 sufrió un incendio y pasó a ocupar el palacio. El monasterio actual, que sustituyó a la sencilla construcción del siglo XIV, se empezó a levantar en 1579. Conserva un notable patrimonio mobiliario, entre el que cabe destacar el sepulcro de la reina María de Molina.

Cistercienses (f)

Esta casa cisterciense tiene su origen en el monasterio de Santa María de Perales (Palencia), fundado hacia 1160, seguramente desde el monasterio de Tulebras (Navarra), dependió de este monasterio hasta que en 1199 pasó a estar bajo la obediencia del monasterio de Las Huelgas (Burgos). A finales del siglo XVI, la casa de Perales pidió la reforma de la observancia, pasando a seguir la regla en sentido estricto y dejando de lado la relajación de las normas que se había ido generalizando poco a poco. Este cambio supuso tensiones en la misma casa, con monjas que se añadieron y otras que no lo aceptaron. En 1594, una vez solucionados los inconvenientes y obtenidos los permisos, la comunidad empezó a practicar la nueva observancia.

Clarisas

En aquella época, las monjas también quisieron establecerse en un lugar más adecuado y después de varias gestiones, en 1595 se trasladaron a la villa de Valladolid, a pesar de la oposición inicial de algunos estamentos eclesiásticos de la ciudad contrarios a la llegada de una nueva comunidad. Una vez asentadas en la ciudad, cambiaron la advocación de Santa María, habitual en el Cister, por la de San Joaquín y Santa Ana. Inicialmente, habrían adaptado la casa que recibieron por la fundación, pero poco después se levantaría un convento de nueva planta y finalmente Carlos III financió la construcción del edificio actual, del que se puso la primera piedra en 1781 y fue inaugurado en 1787.

Santiago

El convento de las Comendadoras de Santa Cruz, de monjas de la orden de Santiago fue fundado en 1487 a iniciativa de dos hermanas: María de Zúñiga y María de Fonseca, que cedieron unas casas en el centro de la ciudad en las que se reunió la comunidad, donde ellas mismas ingresaron. La casa acogía específicamente, chicas pertenecientes a la nobleza. En el siglo XVII se edificó una nueva iglesia, terminada en 1734, que todavía se conserva junto con el claustro, edificado en el siglo XVI. Después de la desamortización, el lugar fue ocupado por las Dominicas Francesas que establecieron allí una escuela conocida como Las Francesas que más adelante se trasladaron a otro lugar, ahora el convento es una sala de exposiciones.