El origen de este monasterio se ha querido relacionar con el mártir san Sabiniano, considerado primer obispo de Sens, algunos relatos lo consideran enviado de san Pedro para evangelizar la Galia, otras fuentes lo sitúan en el siglo III, aunque su vida es una elaboración tardía. La tradición dice que Sabiniano habría levantado una capilla dedicada a Notre-Dame de Bethléem, incluso se habla de una primitiva comunidad con base eremítica en este lugar, que quedaría destruido por las invasiones bárbaras. El relato considera Clodoveo I (481-511) como el restaurador del lugar y fundador del monasterio, hacia el 507. Un siglo más tarde, hacia el 607, el rey merovingio Teodorico II de Borgoña habría sitiado Ferrières y destruido el monasterio.

Abadía de Ferrières
Portada lateral

San Sabiniano
Detalle de la portada de la Histoire du Gastinois (1883)

Durante la primera mitad del siglo VII, Clotario II y su hijo Dagoberto se encargaron de la reconstrucción y dotación del nuevo monasterio de Bethléem, lo que debería considerarse como fundación en caso de desestimar el relato anterior. El 794, Alcuino de York, consejero de Carlomagno, abad, entre otros, de Saint-Martin de Tours (Indre y Loira) y de Saint-Loup de Troyes (Aube) fue nombrado abad de esta casa. El año 817, en el marco de las reformas monásticas de Luis el Piadoso, esta casa adoptó la Regla de San Benito, Adalberto fue el primer abad de esta nueva etapa. En esta época la abadía de Saint-Josse (Pas-de-Calais) dependía de Ferrières. Durante el siglo IX la región fue víctima de las invasiones normandas que no parece que la afectaran de manera directa ya que acogieron temporalmente la comunidad de Saint-Josse, hasta el 917.

Abadía de Ferrières
Capiteles de la portada

Interior de la iglesia de la abadía de Ferrières

Abadía de Ferrières
Presbiterio