El monasterio de la Trinité de Vendôme fue fundado por Godofredo II Martel (conde de Vendôme entre 1032 y 1056, y de Anjou entre 1040 y 1060) y su esposa Inés de Borgoña (c990-1068) la construcción comenzó en 1032 y los primeros monjes llegaron desde la abadía de Marmoutier (Tours, Indre y Loira). Godofredo también aportó bienes y derechos diversos que enriquecieron la casa, además de la preciada reliquia de la Santa Lágrima que se veneraba aquí. Cuando el 1056 el fundador devolvió el título de conde de Vendôme a Fulco, se reservó sus derechos sobre la abadía. El 1061, el papa Nicolás II (1059-61) confirmó la fundación y las posesiones de esta casa y el 1097/98 el papa Urbano II (1088-1099) le otorgaba el privilegio de exención poniendo la abadía bajo la jurisdicción directa de la Santa Sede.

La Trinité de Vendôme
Campanario románico

Escudo de la Trinité de Vendôme
Según el Armorial général de France
Bibliothèque nationale de France

En 1539 murió el último abad regular de Vendôme, en adelante serían nombrados abades comendatarios. A causa del relajamiento de las costumbres dentro del claustro, el abad Sablet hizo las gestiones oportunas para integrarse en la congregación de Saint-Maur, lo que se hizo efectivo en 1621. Los mauristas mantuvieron la abadía hasta la Revolución, en 1790 terminó la vida comunitaria pero el lugar tuvo más suerte que otros y se ha conservado en buena parte, especialmente en cuanto a la iglesia, una construcción básicamente gótica, con elementos románicos (crucero y campanario).
 

La Trinité de Vendôme
Portal occidental de la iglesia

Abadía de la Trinité de Vendôme
Grabado núm. 51 del Monasticon Gallicanum
Bibliothèque nationale de France

Se trata de la reliquia de una lágrima de Cristo derramada ante la tumba de Lázaro que según la leyenda fue recogida por un ángel y entregada a María Magdalena, que la llevó a la Galia donde la entregó al obispo Maximino de Aix, quien la asistió en su muerte. A pesar de todo, el emperador Constantino la traladó a Constantinopla donde permaneció hasta que en 1040 el fundador de Vendôme, Godofredo II Martel, la recibió de manos del emperador bizantino Miguel IV y la entregó al monasterio que había fundado. A pesar de esta narración, no es hasta finales del siglo XII que se encuentra documentada la reliquia relacionándola con un hecho milagroso. Se trataba de una pieza de cristal de roca que contenía una gota de agua, además con el tiempo se le habían añadido otros elementos decorativos. Se la encuentra inventariada entre los bienes de la casa en la época revolucionaria (1790), en 1793 perdió los valiosos elementos de orfebrería que la acompañaban. En 1803 estaba en poder del obispo de Orleans y ahora se ha perdido.

La Trinité de Vendôme
Exterior de la hornacina donde se guardaban los relicarios
Antes situada en el muro de cierre del coro. Ara se ha perdido
(Louis Boudan, 1695)
Bibliothèque nationale de France

La Trinité de Vendôme
Lateral de uno de los relicarios que contenían la  Santa Lágrima
Ilustración de Voyage a la Sainte-Larme de Vendome

La Trinité de Vendôme
Lateral de uno de los relicarios que contenían la  Santa Lágrima
Ilustración de Voyage a la Sainte-Larme de Vendome

La Trinité de Vendôme
Forntal de uno de los relicarios que contenían la  Santa Lágrima
Ilustración de Voyage a la Sainte-Larme de Vendome