Esta casa fue fundada en 855 por San Rodolfo, obispo de
Bourges y anteriormente abad de Soissons (Aisne), de la
familia vizcondal de Torena, que entregó unas tierras
situadas en este lugar que le pertenecían. En 860 se
consagraba formalmente la casa poniéndola bajo la
advocación de san Pedro y con una comunidad procedente
de la abadía de Solignac (Alta
Viena). También fue dotada con bienes que debían
garantizar su subsistencia, gracias a aquella
protección, pronto se convirtió en un centro influyente
y con una amplia lista de dependencias. Durante el siglo
XI pasaba una época de decadencia y la dirección del
monasterio estuvo confiada a abades ajenos al
establecimiento y sometidos a los intereses de los
señores de Castelnau. En el año 1076 y con el fin de
regularizar la situación, Hugo de Castelnau, sometió
esta casa a la abadía a
Cluny, aunque no evitó que continuara la influencia
más o menos intensa de los Castelnau sobre ella.
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Durante el siglo XII se levantó la iglesia actual, y
aunque se desconocen los detalles de la construcción del portal sur,
se le sitúa a mediados de aquel siglo. Durante el siglo XIII
Beaulieu dejó de depender de Cluny y en 1445 comenzaba a estar
dirigida por abades comendatarios. En 1569 y 1574 la villa de
Beaulieu, que se había desarrollado junto a la abadía, se vio
afectada por las guerras de Religión y el mismo monasterio sufrió
saqueos y resultó muy dañado, la misma iglesia se convirtió en un
templo protestante. En 1661 esta casa fue integrada a la
congregación de Saint-Maur, que se hizo cargo de la misma y la
restauró, lo que permitió su subsistencia hasta la Revolución,
cuando terminó definitivamente la vida monástica en este lugar. |
Castillo de Castelnau, sede
de los señores de Beaulieu |