La abadía de Grandselve tiene su origen en una de las numerosas fundaciones de Géraud de Salles establecida en este lugar hacia 1114, de carácter eremítico en sus comienzos, pronto adoptó la regla de San Benito y se puso bajo el patronazgo de la abadía de Cadouin, otra fundación de Géraud. Poco después, en 1117, el obispo de Toulouse les cedió unas propiedades y autorizó la construcción de una iglesia, instando su incorporación a la orden del Císter.
Sin embargo, el monasterio no adoptó las costumbres cistercienses hasta más tarde, después de que el abad de Grandselve visitara la abadía de Claraval, donde conoció a san Bernardo. El monasterio tomó la filiación de Claraval, lo que condujo a una época de prosperidad gracias a los apoyos externos y al buen gobierno que mantuvo: entre los años 1146 y 1152 pudo fundar o afiliar a los monasterios de Fontfroide (Aude), Calers (Alto Garona), Candeil (Tarn) y Santes Creus (Alt Camp). En 1188, el conde Ramón V de Tolosa todavía hizo una importante donación a la casa, que con el paso del tiempo permitió la modernización de las dependencias monásticas, entre los años 1249 y 1253 se reconstruyó la iglesia, obra que se acabó a finales de ese mismo siglo.
Por otro lado, también impulsó la creación de “villas nuevas” dentro de sus dominios y también fundó el colegio de Saint-Bernard en Toulouse, que además de su actividad relacionada con la enseñanza, podía acoger a los monjes que estaban de paso y también atender las actividades económicas de la abadía, en un lugar de mucha actividad comercial. Durante el siglo XIV sufrió los efectos adversos de la guerra de los Cien Años que comportaron pérdidas económicas, disminución de vocaciones y el relajamiento de las costumbres dentro de la comunidad. En el siglo XVI se repitieron las condiciones desfavorables, esta vez a causa de las guerras de Religión. El gobierno de los abades comendatarios no ayudó a su recuperación y, en la segunda mitad del siglo XVIII, el monasterio estuvo a punto de ser secularizado.
Restos arquitectónicos en Bouillac
Capitel doble, en Bouillac
Todo ello acabó con la Revolución, en 1791 los dieciséis monjes que la ocupaban se dispersaron y poco después el lugar pasó a manos de particulares. En 1799 se habían perdido las dependencias monásticas mientras que la iglesia se transformó en templo de la Razón, en 1815 se había derribado totalmente. Del conjunto sólo se ha conservado la portería del siglo XVIII; sólo los trabajos arqueológicos han permitido conocer las características de la iglesia y otras dependencias. En la cercana iglesia de Bouillac se conserva el Tesoro de Grandselve, además de varios elementos arquitectónicos, columnas, capiteles...
Filiación de la Grand Selva
Según el Originum Cisterciensium (L. Janauschek, 1877)Abadía de Grandselve (Tarn i Garona) / 1145
Abadía de Fontfroide (Aude) / 1146
Abadía de Calers (Alto Garona) / 1148
Capitel doble, en Bouillac
Capitel doble, en Bouillac
Capitel doble, en Bouillac
Pavimento cerámico, en Bouillac
Se trata de un conjunto de piezas de orfebrería formado por cuatro arquetas y tres relicarios que, cronológicamente, deben situarse en el siglo XIII. Durante las guerras de Religión, estas piezas fueron trasladadas a Toulouse (entre los años 1562-1662), a raíz de la Revolución algunas se llevaron a Bouillac, donde todavía se conservan, otras fueron custodiadas por los mismos monjes que dejaban la abadía.
El Tesoro de Grandselve, en la iglesia de Bouillac
Arqueta de Santa Librada
Arqueta de la Crucifixión
Arqueta del Santo Cristo
Arqueta de la Virgen
Relicario de la Santa Espina
Relicario de la Santa Cruz
Relicario Discoidal
- AUBERT, R. (1986). Dictionnaire d'histoire et de géographie ecclésiastiques. Vol. 21. París: Letouzey et Ané
- BEAUNIER, Dom (1911). Abbayes et prieurés de l'ancienne France. Vol. 4: Alby, Narbonne et Toulouse. Abbaye de Ligugé
- CAZES, Daniel; i altres (2014). Bouillac, abbaye cistercienne de Granselve. Congrès Archéologique de France. Monuments de Tarn-et-Garonne. París: S. F. Archéologie
- FIRMIN GALABERT, J.-A. (1887). L'église abbatiale de Grandselve et ses reliques. Bulletin archéologique et historique de la Société archéologique de Tarn-et-Garonne. Vol. 15
- GAYNE, Abbé (1950). L'Abbaye de Grand-Selve. Bulletin archéologique, historique et artistique de la Société archéologique de Tarn-et-Garonne, vol. 76
- JANAUSCHEK, Leopoldus (1877). Originum Cisterciensium. Vol. 1. Viena
- JOUGLAR, M. (1860). Monographie de l'abbaye de Granselve. Mémoires de la Société archéologique du Midi de la France, vol. VII
- Le Trésor de Grandselve. Montauban
- MOUSNIER, Mireille (1986). Grandselve et la société de son temps. Les cisterciens de Languedoc. Toulouse: Privat
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La abadía estaba al norte de Bouillac