Existe una
leyenda que dice que la fundación de este monasterio es
obra de san Amando (c594-c684) pero esta narración se la
considera errónea y posiblemente se basa en una
confusión de nombres con
Saint-Pierre-de-Nant (Aveyron) y la
Abadía de Elnon (Norte).
No es hasta más adelante que se empiezan a encontrar
referencias a este lugar, la documentación es muy escasa
debido a la pérdida del archivo del monasterio. Aparte
de una referencia insegura a un abad llamado Teto, del
año 670, no hay documentación fiable hasta que se
encuentra el abad Syagrius como asistente a la
consagración real de Pipino el Breve de quien obtiene
algunos beneficios para el monasterio que serían
confirmados el 817 por Luis el Piadoso. El 877, a la
muerte de Carlos el Calvo en un viaje, este fue
enterrado temporalmente en Saint-Pierre de Nantua hasta
que el 884 sus restos se trasladaron a la
abadía de Saint-Denis.
Aquel monasterio quedó destruido el 952 por un ataque de
los invasores húngaros. |
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Su recuperación vino
desde la abadía de Cluny, que se
encargó de la reconstrucción del lugar, el 959 el antiguo monasterio
quedó dentro de la órbita cluniacense. El gran abad san Hugo de
Cluny (o Hugo de Semur, 1024-1109) ostentó también el cargo de abad
de Nantua. Debido a la política interna cluniacense, esta casa
adquirió el rango de priorato el 1109, título que mantuvo hasta la
Revolución, cuando el monasterio fue suprimido definitivamente.
Después el lugar tomó las funciones parroquiales traspasándolas de
la antigua parroquia de Saint-Michel, pequeña y en mal estado, que
se derribó. La iglesia lleva desde aquel momento la advocación de
san Miguel. |
Saint-Pierre de Nantua |