Monasterio de Santa Maria de Amer

Hay constancia de la existencia de esta celda de Santa Maria de Amer a partir del año 844. Entre los 935 y 940 la comunidad de Sant Medir se trasladó a Amer, seguramente buscando un lugar más seguro. El año 949 se consagró la iglesia del nuevo monasterio de Amer con la participación del conde Borrell II de Barcelona (947-992) y en aquel acto fue dotado con varios bienes y rentas, entre los cuales los procedentes de San Medir. Esta dotación inicial se incrementó con otras donaciones efectuadas tanto desde el poder condal como de particulares, además de otros bienes adquiridos por compra. El monasterio tuvo jurisdicción sobre lugares y parroquias del su entorno. En cuanto a su funcionamiento interno, cabe destacar el hecho de ser una abadía independiente, sólo sujeta a Roma. Todo esto favoreció que acumulara un importante patrimonio y disfruta de prosperidad.

Ya en el siglo XIX, sufrió poco los efectos de la guerra de la Independencia gracias a la previsión de los monjes que escondieron los objetos de valor. Fue exclaustrado temporalmente durante el Trienio Liberal y definitivamente en 1835, cuando se perdieron buena parte de los bienes muebles mientras que los inmuebles pasaban a manos particulares y la iglesia tomaba las funciones de parroquia, en 1936 volvió a sufrir destrozos debido la guerra Civil. Del monasterio sólo se conserva la iglesia, muy modificada.