Esta casa
monástica fue fundada por deseo de Claudius, señor de
Chanteuges, que quiso instaurar una canónica, pero esto no se
pudo hacer realidad hasta que su nieto, Cunabertus, canónigo de
Saint-Julien de Brioude pudo llevar
adelante la iniciativa el 936. Este instituyó un monasterio
benedictino bajo la dirección de la abadía
de Saint-Géraud de Aurillac, aunque tenía algunos lazos con
la canónica de Brioude. La fundación y los derechos de la abadía
fueron confirmados con una bula por el papa Calixto II en el año
1119. |
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La abadía de
Saint-Marcellin de Chanteuges habría caído pronto en decadencia y
durante la primera mitad del siglo XII estaba en manos ajenas a la
comunidad e incluso se habla de que se había convertido en una
madriguera de malhechores y asesinos. El último abad, impotente ante
la situación, renunció al cargo y desde el obispado de Clermont se
intentó su restauración tanto física como espiritual entregando
Chanteuges al monasterio de La Chaise-Dieu.
Aquel monasterio consiguió la renuncia a los derechos que tenía
Brioude sobre el lugar y estableció un priorato, en el año 1175.
Desde la Chaise-Dieu se reedificó la iglesia y mantuvo el priorato
como propiedad suya hasta la Revolución. También se convirtió en
lugar de residencia de sus abades, uno de ellos, Jacques de
Saint-Nectaire (1491-1518), fue quien rehizo la iglesia y levantó la
capilla de Sainte-Anne. Chanteuges sirvió de refugio a la comunidad
de La Chaise-Dieu a mediados del siglo XVI, a causa de las guerras
de Religión. A pesar del abandono en que quedó el monasterio después
de la Revolución, aún conserva valiosos testimonios arquitectónicos
de su pasado. |
Fachada de la
iglesia |