Monasterio de Santa Cecília de Montserrat
Sant Pere y Santa Cecília / Sancte Cecilie
(Marganell, Bages)
Se ha considerado que abadía benedictina de Santa Cecilia de Montserrat tuviese su origen en una comunidad muy antigua, incluso visigótica, de la que de hecho no existen noticias concretas. Para complicar más las cosas, parece que algunos de los primeros documentos que se refieren a esta casa sean falsos, elaborados más adelante con otros fines.
La primera noticia cierta de la casa figura en un documento del año 942 (que Abadal también lo consideró falso), se trata de la compra efectuada por el presbítero Cesari a unos familiares suyos del lugar e iglesia de Santa Cecília. En 944, este Cesari pedía a la condesa Riquilda de Barcelona su apoyo ante el conde Sunyer para poder impulsar una casa monástica en este lugar, lo que consiguió, convirtiéndose en el primer abad. La casa condal entregó diversas propiedades al monasterio que en ese momento se puso bajo la advocación de Sant Pere y Santa Cecília, más adelante sería ésta última la que se impuso. Junto al apoyo de Riquilda, se fueron incrementando las donaciones de particulares, a la vez que también aumentaba la devoción de los habitantes de sus alrededores que veían cómo se iba edificando la nueva iglesia.
El abad Cesari luchó ante el poder, tanto el civil, como el eclesiástico para obtener ciertos beneficios para el monasterio y para sí mismo. En 951 viajó a Reims para conseguir de la reina Gerberga de Francia unos preceptos reales a favor de Santa Cecília y también se desplazó a Roma donde logró una bula del papa. En 957 el obispo de Vic consagró la nueva iglesia, momento en el que se especificó que los monjes debían seguir la Regla de San Benito. En el terreno personal Cesari pretendió su nombramiento como arzobispo de Tarragona, incluso parece que pudo salir ordenado arzobispo en un concilio en Compostela (956), pero esto nunca fue reconocido por la Iglesia local, sólo de puertas adentro del monasterio. Incluso se pidió la intervención papal, que no resolvió el asunto. Cesari murió con el título más bien honorífico de arzobispo.
En 1025 nos encontramos con el primer gran conflicto del monasterio: un enfrentamiento con Santa Maria de Ripoll por la posesión de un grupo de iglesias de Montserrat. El pleito fue largo e intervinieron los condes, el resultado final fue que Santa Cecília, junto con otras iglesias pasaba a depender de Ripoll, pero todo apunta a que, de hecho, esta resolución no representó ningún contratiempo grave para el monasterio. Entre 1076 y 1082 Ramón Berenguer II dio Santa Cecília al monasterio de Sant Cugat del Vallès. La comunidad se opuso con firmeza y el resultado fue una declaración de 1103 donde el conde Ramon Berenguer III reconocía su independencia.
En 1200 se registra un conflicto dentro de la misma comunidad a raíz de la elección del abad Arnau de Calders, que una parte de la comunidad rechazaba porque anteriormente había sido soldado, la reclamación fue llevada primero al obispo de Vic y más adelante al tribunal de Barcelona. Un caso similar volvió a ocurrir en 1263 cuando el abad también fue rechazado, en esta ocasión el obispo de Vic determinó que la comunidad escogiera un nuevo superior, pero entre los monjes del monasterio de Ripoll. El siglo XIV estuvo acompañado por la decadencia del monasterio, en ese momento bajo los efectos de la fuerte competencia de Santa Maria de Montserrat que atraía a muchos más devotos y donaciones.
Una visita episcopal de 1331 nos hace saber que la comunidad, formada por el abad y otros seis monjes, se había relajado en sus costumbres: tres de los monjes iban armados con cuchillos, no se cumplía con los deberes monásticos e incluso uno de los monjes pasaba temporadas alejado del monasterio. De hecho, en esta época, las funciones de Santa Cecilia se limitaban a las parroquiales para los habitantes de sus alrededores y también como hospedería al servicio de los peregrinos de Montserrat. Por otra parte, esta casa seguía teniendo dos prioratos que dependían de ella: Santa Maria del Camí y Sant Pere de Paganell. En 1410, en una visita a Montserrat, el papa Benedicto XIII pasó también por Santa Cecília y declaró a los dos monasterios dependientes directos de la Santa Sede.
Cuando en 1493 Santa Maria de Montserrat pasó a depender de San Benito de Valladolid, se intentó que Santa Cecilia siguiera el mismo camino. Finalmente quedó dependiendo de Montserrat. Debido a su estado de decadencia, en 1539, a la muerte de su abad fue unido definitivamente a Montserrat y quedó sin comunidad. Los abades de Santa Maria restauraron los edificios y lo mantuvieron con funciones parroquiales además de las de hospedería al servicio del monasterio de Santa Maria.
En 1811 sufrió los efectos de la guerra de la Independencia (como Montserrat) y fue incendiado. El lugar se clausuró y pasó a depender del obispado de Barcelona. Se restaurará a partir de 1866 desde Montserrat. En 1928 intervino Puig i Cadafalch. Entre 1952 y 1954 acogió la comunidad de benedictinas originalmente del monasterio de Sant Antoni y Santa Clara de Barcelona y que ahora se encuentra en Sant Benet de Montserrat. Es interesante la iglesia de planta basilical con tres naves y tres ábsides. Se construyó en el siglo X, según unos autores o en el siguiente según otros, es posiblemente la que se consagró en 957. Las ventanas geminadas exteriores son producto de la restauración.
Postal antigua, coleccióc particular
Postal antigua, coleccióc particular
Institut Cartogràfic i Geològic de Catalunya
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La iglesia del monasterio de Santa Cecília de Montserrat se encuentra junto a la carretera de Can Maçana a Montserrat