A partir de 1516 la casa pasó a estar dirigida por abades comendatarios. En 1595 Mozac también sufrió los efectos de las guerras de Religión, aunque las pérdidas fueron relativamente poco importantes y se limitaron a la demolición de las estructuras defensivas del recinto, coma las torres, fosos y murallas. En 1664 se introdujo la reforma de la congregación de Saint-Maur al monasterio en decadencia. Con la Revolución la casa fue clausurada y la comunidad de sólo seis monjes se dispersó. La iglesia es conocida por conservar una larga serie de capiteles de época románica que destacan por su trabajo escultórico que los diferencia de otros ejemplos similares de la región. Además también se conservan algunos de los capiteles de grandes dimensiones que pertenecían a las columnas que conformaban el desaparecido deambulatorio.

Otro elemento a destacar del mobiliario de la abadía es la espléndida Arqueta de San Calminio, una pieza de grandes dimensiones de orfebrería de Limoges. Según una inscripción en la misma arqueta, ésta se hizo en época del abad Pedro, pero hay varios abades de Marsac con este nombre, quizá se trate de uno que vivió a finales del siglo XII. La tipología del esmalte varía en la cara anterior y posterior, en la primera las figuras principales estan en relieve y doradas y la técnica empleada es la de champlevé. En la cara principal se representa a Cristo entre los Evangelistas, una crucifixión y cuatro compartimentos con el apostolado. La cara posterior tiene escenas propias del santo titular, Calminio, su esposa Namadia y de la misma abadía de Mozac.

En el Museo Thomas Dobrée de Nantes se conserva una Cruz procesional esmaltada, también procedente de Mozac.